La vida es incierta, en navidad la pase con la familia, con los vecinos, los amigos del barrio, con la gente que me vio crecer, el día de navidad tuve una gran tristeza, me acerque a saludarla, ella estaba con los ojos hinchados, rojos, llorando desconsolada, amigas alrededor de ella, me preguntaba ¿desde qué hora estaba llorando? Me imagino que muchas antes de las 12, era noche buena, una Madre recordaba la pérdida de su hijo, hace 6 meses partió de este mundo, en circunstancias injustas, pero así es la vida injusta, nos detiene cuando todo empieza a cambiar, o continua cuando estamos ahogándonos.
Compartir el dolor de aquella madre, no sabía que decirle, no sabía qué hacer, como decir “Feliz navidad” cuando es la primera navidad sin un ser querido cercano, yo lo viví. Sabía que las palabras que dijese no regresarían a la vida al ser amado, solo nos queda ser fuertes y dar un abrazo, no podemos hacer más, hasta que las heridas sanen y pase el tiempo, pero las cicatrices quedan. Esta Navidad vi una familia reducida, anteriormente fue la mía la que se redujo, pero crece en muchas más cosas, como la amistad de esas personas que están ahí, para decir: “Aquí estamos, todo pasará”.
La navidad es un día de unión y paz, no solo con la familia sino también con aquellas personas a quienes queremos, amigos, primos, enamorada; esas personas que son parte de tu familia también, esta navidad aprendí mucho sobre el valor de la vida, la amistad y la unión. Me sorprendieron muchas cosas, me mire frente al espejo, es hora de cambiar y mirar el mundo de otra forma. Espero la navidad de las demás personas hiciera un poco analizar y ver el verdadero valor de reunirse un día, aunque sea unas horas con las personas que más quieres, eso es Navidad.
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