Era una fría tarde de diciembre, el clima era un poco raro, una fuerte tos se escuchaba en una pequeña habitación en un distrito de lima “la gris”, la luna estaba llena, una que otra estrella asoma entre la densa neblina, mientras la fuerte tos seguía retumbando un hogar, aquel hombre estaba solo, lo acompañaba una copa de vino y un cigarro en la mano. El olor a mentol irradiaba toda la habitación, haciendo todo sombrío, denso, oscuro, aturdido y abrumado.
Era noche buena y aquel hombre estaba muy acompañado de la soledad, recordando porque estaba solo, añorando la compañía que alguna vez tuvo y que perdió en el camino. Casi cansado de tanto toser, sentado en una vieja silla, como si el peso de la culpa y soledad lo aplastaran sin dejarlo respirar, es así como se sentía, devastado mientras leía una de sus obras favoritas de un viejo libro cubierto de polvo, cuando de repente escucho un sonido en la puerta: “¿Acaso alguien vino a visitarlo?” o ¿son los fantasmas del pasado que lo persiguen?
Se paro y abrió la puerta, era ella con una sonrisa preciosa, con sus ojos marrones claros, cabello ondeado y nariz respingada. Aquel gran primer amor vino de visita, puedo pasar pregunto y el contesto que si.
El admiraba el esplendor de su belleza, nunca había olvidado aquella sonrisa casi perfecta y esas manos tan suaves, que alguna vez lo acariciaron. Es un sentimiento indescriptible, un calor en el pecho, un placer visual y sentimental el verla ahí frente a él. Ella se sentó, empezaron a charlar y charlar, como en aquellos viejos tiempos, cuando el amor los unía, había pasado un buen tiempo que ella no se sentía a gusto charlando de todo y hace un buen par de años que él no se sentía lleno de paz, alegría y satisfacción. Recordando los años que vivieron juntos, reviviendo los buenos momentos de felicidad, preguntándose porque no se caso con ella, porque no hicieron un futuro junto a ella, preguntándose porque dejo ir a su primer amor, porque ahora parecen dos extraños, que por dentro mueren de ganas de estar juntos, pero intentan contener las ganas de abrazarse y darse un beso apasionado, que los deje sin respiración.
Aquella noche parecía interminable, aunque sean solo unas horas, aquel amor que alguna vez los quemaba empezaba a renacer, se miraban como dos jóvenes enamorados, como dos almas que alguna vez caminaron juntos en la misma dirección, el aire se torno un poco mas cálido y aquel hombre por unos minutos dejo de lado la soledad para recordar su primer amor. Desnuda entre su brazos sentía su corazón latir, sentía sus hermosos pechos, suaves como la mas cara seda, sentía su cuerpo bello y cálido. Sintieron las ganas inmensas de hacer el amor, hasta que la luz del día llegue, diciéndose como se extrañaba sentir el primer gran amor. Hasta que se escucho el sonido de la puerta, estaban tocando, faltaban 4 horas para la navidad y él se había quedado dormido. Sé despertó recordando el aroma de aquella mujer que fue su primer gran amor.
Se puso de pie, cogió un abrigo y se dispuso a abrir la puerta y se escucho un: “Hola mi Gran amor”, si señores aquel hombre solo recibió la visita de una mujer, pero esta vez no era un sueño y tampoco era su primer gran amor. Era su último amor, antes de quedar solo y abandonado. Vino a dejarle un regalo por navidad y visitarlo, aquella mujer fue quien le dio las esperanzas de una familia, de un matrimonio, revivió un amor distinto al primero. No se puede comparar ni el primer ni el último amor, porque todo es distinto, porque los sentimientos y la forma son diferentes. Se sentó sobre el sillón frente a él, le dio un pequeño regalo y le robo una sonrisa a aquel solitario hombre. Ella lo amaba mucho, lo deseaba como a ninguno, tenía una mirada cautivadora, unos labios delgados muy sensuales y un corazón lleno de pasión por él.
Pregunto como seguía de salud y el sin reparo contesto que estaba mejorando, decidieron recordar el tiempo juntos mirando su viejo álbum de fotos, decidieron compartir los agradables momentos que tuvieron, los incansables viajes que hicieron y las incansables noches de pasión haciendo el amor juntos. Encendieron lo que anhelaban encender, esas ganas de sentirse juntos, uno dentro del otro, compartiendo un solo latido de corazón, sintiendo el aliento de seguir excitados, el moría de ganas de hacerle el amor y cumplió con su objetivo. La sedujo hasta que termino en sus brazos, ella no puso impedimentos, hicieron el amor hasta el amanecer y se quedaron dormidos.
Como es el amor, cuanta intensidad tiene, cuando distinto es, ¿cuantas veces puedes amar? ¿Cuál es tu verdadero amor? Preguntas que sentía, sensaciones que experimentaba, aquel hombre solitario experimentaba lo que los productores, artistas y genios experimentaron. Tentaron al amor, tocaron muchas veces el cielo y se confundían perdiéndose en el infierno. Como haber tenido la felicidad, haberla dejado ir y haber amado tanto. Como quedar solo, sin ningún amor, sin ningún rastro de aquello que alguna vez pudo haber pasado. Sentía los fantasmas de amores pasados en un presente solitario.
Sonó el despertador eran las 8 de la mañana, despertó con el sudor de una noche de amor intenso, pero a su costado no había nadie, no recuerda si fue solo un sueño o una realidad que anhelaba tener. Era navidad por la mañana y aquel hombre solitario, se paro para continuar acompañado del único amor que le quedo… la soledad.